Y ya en diciembre faltan pocos días para cumplir un año en México.
Y hay que tener ovarios para tomar alguna de nuestras cosas, y empezar una nueva vida en un país, una cultura, diferente, después de mas de 60 años en un lugar.
Y la vida pasada me ha demostrado que los tengo, ante tantos dolores, tantas desdichas, tantas perdidas y muy poco amor, he resurgido entre las cenizas del pasado para vivir esta vida plena de hoy.
Somos lo que pensamos pero a veces no podemos ser lo que queremos.
Me he dejado arrastrar por mis sueños, para enterrar mucho vivido y sufrido y aprender a amarme. Si uno no se ama, no puede amar a los otros. Si uno no da, no puede esperar solo recibir de la vida, porque es eso, dar y recibir, porque es así como dejamos fluir el amor a través de nosotros y de los demás.
Cambia el paisaje, cambia el entorno, pero nosotros vamos con todo lo nuestro, nuestros amores, nuestros recuerdos, nuestros sueños y hacemos germinar nuevas semillas para plantar nuevos sueños y realidades.
Hoy he aprendido a ser feliz y amarme y amar a los otros como quizás no sabia o no podía.
Somos ciudadanos del mundo, pese a que la tierra tira, esta nueva tierra me ha aceptado y la he aceptado para fundir los paisajes y anclarlos en mi alma.
Bendecidos y amados sean todos y la paz del Creador nos llene de sabiduría para aprender a hacer un mundo mejor.
Namaste.
Cris Carbone
No hay comentarios:
Publicar un comentario