viernes, 1 de junio de 2018

Domingos en San Gerardo




Hoy tímidamente ha salido el sol en Aguascalientes. Raramente llueve cuando no es época de lluvias pero esta semana el sol no ha querido aparecer y continua el frío. Yo amaba el frío, pero me he dado cuenta que con el el dolor de mi fm se acentúa, así que prefiero que llegue la primavera el 21 de marzo, al revés del Hemisferio Sur a lo que estaba acostumbrada que allí comienza el otoño.
El domingo era para mi un día muy triste porque recordaba mis comidas en familia con mis viejitas, unos ricos tallarines o ravioles con salsa que generalmente la preparaba yo.
Los domingos eran sagrados para comer en familia y hoy que me encuentro sola al principio ese día era difícil para mi, pero ahora lo transcurro en paz y viendo películas de amor y haciendo de arañita laboriosa. 
Amo tejer, aprendí a hacerlo sentada en el escalón de la casa de mi vecina, la tía Ñata como la llamábamos, hice una mañanita o sea una mantita para la espalda que usaban nuestras abuelas pero para mi muñeca, con una lana gris que mi mamá tenia y que era de un suéter inconcluso que ella empezó para mi papa.
Y allí me veo sentada sola, fui una niña solitaria y hoy soy una señora seria y solitaria, pero que todavía sueña con ser feliz.
Aunque esta paz y esta tranquilidad en mi querido San Gerardo es como la felicidad, por que quien puede decir lo que es la felicidad.
Para mi es esto, ausencia total de tristeza, esa melancolía que me acompañó en casi toda mi vida y hoy la ataco con tímidas sonrisas. Pero sobre todo es no extrañar tanto las ausencias queridas que son muchas.
Bendigo mis manos que aún ágiles pueden describir sentires y también pueden realizar labores en lanas de colores, mientras mi niñita interior se siente cobijada en mi corazón libre de cualquier amenaza.
A mi modo he logrado ser feliz. Espero que tú también lo hayas logrado.
Namaste

Cris Carbone

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Palabras ... Editorial

Echarle la culpa al otro

  Es muy fácil decir cosas del otro, tu prójimo, tu amigo, tu vecino, en fin, el otro. Pensar que los demás son culpables de todo, son malos...